El gobierno de Milei recorta los tratamientos a personas que viven con VIH y se retira de la prevención de nuevas infecciones. Un genocidio planificado. Hablamos con Leandro Cahn, director de Fundación Huésped.
“No tengas sida y listo man”. “Comprate vos los forros, puto sidoso”. “Podrían por una vez asumir el costo de su trolez?”. Estas respuestas, y varias más, recibió el comunicador y militante Franco Torchia cuando en su cuenta de Twitter señaló que “el gobierno argentino no compra preservativos y distribuyó sólo el 9.1% de los planificados”.
A 41 años de la aparición en español del término sida y a 36 de la institución del Día mundial de respuesta al VIH -1º de diciembre- el gobierno argentino no compra preservativos y distribuyó sólo el 9.1% de los planificados.
— Franco Torchia (@francotorchia_) December 1, 2024
Algunos días atrás también había sido noticia el presidente de La Libertad Avanza de Santa Cruz, Jairo Henoch, por un posteo en su cuenta de Instagram de la bandera LGBTIQ+ en llamas. El libertario borró luego la foto, pero subió un nuevo posteo, redoblando su apuesta violenta, diciendo que es “pro vida, anti agenda 2030, anti ideología de género y anti zurdos”. “El plan es de exterminio. El plan es de limpieza sexual”, calificó Torchia las publicaciones de Henoch.
Ese nivel de violencia verbal y mediática no se queda solo en esos planos simbólicos que, igualmente, sabemos que poco tienen de inofensivos. Esa violencia tiene números concretos en el abandono que el gobierno de Javier Milei está haciendo de todas las políticas y programas que apuntan a dar asistencia a las personas que viven con VIH y a prevenir futuras infecciones. Lisa y llanamente un genocidio planificado, eso es dejar sin su medicación a una persona que vive con VIH.
Un recorte criminal
El 1 de diciembre de cada año el mundo conmemora el Día Mundial del Sida, una fecha en la que se busca concientizar sobre el VIH. Según el Boletín de Respuesta al VIH y las ITS publicado en diciembre de 2023 (el último disponible), elaborado cada año por el Ministerio de Salud, se estima que 140 mil personas en el país viven con VIH y el 65% se atiende en el sistema público.
Esto quiere decir que, si el Estado se retira de esa atención, la gran mayoría de las personas que vive con el virus en Argentina queda desprotegida. Hacía ese infierno vamos.
“Desde Fundación Huésped vemos con preocupación el proyecto de Presupuesto 2025 en lo que hace a la respuesta integral al VIH”, señala Leandro Cahn, director ejecutivo de Huésped, en diálogo con Pausa. “En principio porque cuando analizamos las metas físicas observamos que se proyecta cubrir a 66.500 personas con cobertura pública exclusiva y para 2023 este número era mayor, porque llegaba casi a 67.000, pero además tenía separado 8700 tratamientos para Profilaxis Pre Exposición (PrEP) y casi 5000 para Profilaxis Post Exposición (PEP) que no aparecen mencionados en el proyecto 2025”.
Es decir, para el 2025 se están proyectando 9150 tratamientos menos de los que efectivamente se brindaron en el último año que puede verse completo (2023).
Cahn también hace hincapié en otro dato muy preocupante: “Tampoco se incluyen los alrededor de 5 mil nuevos casos por año y las personas que, a raíz de perder el empleo, podrían perder su cobertura del subsistema de salud de las obras sociales para pasar al sistema público”.
En resumen: el gobierno de Milei prevé destinar para 2025 menos recursos que los asignados en 2023, en un contexto de crisis y vulnerabilidad creciente que, inevitablemente, volcará al sistema de salud público a todos aquellos que se caigan de las coberturas privadas.
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Una cadena de abandonos
Desde Fundación Huésped explican también que el mundo planea terminar con la epidemia de VIH si se logra que el 95% de las personas que viven con el virus lo sepan, para lo cual hay que promover la prueba; que el 95% de quienes saben que viven con el virus accedan a los tratamientos, para lo cual hay que garantizar los tratamientos; y que el 95% de quienes acceden a los tratamientos tengan la carga viral indetectable, para eso se necesita poder hacer los estudios de carga viral.
“En Argentina vemos con preocupación que todos los años tenemos un número similar, o inclusive este año superior, de nuevos diagnósticos”, explica Cahn. “6400 personas conocieron su diagnóstico este año y casi la mitad lo hizo en un estadío tardío de la infección, es decir, cuando ya estaba desarrollando alguna infección oportunista”.
Motosierra sangrienta
El Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable es el encargado de la entrega de preservativos y, hasta septiembre de este año, entregó 2,4 millones, según datos recopilados por Chequeado. En tanto, desde el programa Respuesta al VIH, Infecciones de Transmisión Sexual, Hepatitis Virales, Tuberculosis y Lepra se entregaron 1,4 millones de preservativos. Esto representa una caída del 44,1% en relación al mismo período de 2023, en que se repartieron 4,4 millones en el programa de salud sexual y 2,4 millones en el de VIH.
Esta situación no va a mejorar en 2025 si el proyecto de presupuesto es aprobado tal como pretende el gobierno de Milei. Sobre esto, Cahn explica lo escandaloso del ajuste: “Se proyecta la compra de 21 millones de preservativos para 2025, mientras que en 2023 este número ascendió a 55.300.000”.
Otro dato que da cuenta de este genocidio planificado: mientras que en el tercer trimestre de 2023 se asistió a 9789 con PEP y PrEP, en el mismo período de 2024 no hubo personas asistidas con ninguno de los dos métodos. La caída es del 100%.
Respecto de los reactivos para medir la carga viral de los pacientes la caída es del 64,5%, el reparto de tests rápidos para diagnosticar el VIH cayó un 97% y la difusión de materiales un 82,2%. Considerando todos los insumos en conjunto en el programa de VIH (preservativos, PEP/PrEP, reactivos, tests y materiales), la caída total fue del 58%, indica Chequeado.
Según la Ley Nacional de Respuesta Integral al VIH, Hepatitis Virales, otras ITS y Tuberculosis (sancionada en 2022) el acceso al tratamiento es universal y debe ser garantizado por el Estado. Si, el propio Estado está incumpliendo sus propias leyes.
Criminales y brutos
Al igual que sucede con el retiro del Estado en otras políticas (asistencia a víctimas de violencia de género, prevención de embarazos adolescentes y, ahora, entrega de medicamentos gratuitos a jubilados), los costos de atender todo eso que se desatiende es muchísimo más alto. En términos de “gasto” para el Estado, un forro es un millón de veces más barato que una persona internada en un hospital público por infecciones derivadas del VIH.
“El supuesto ahorro que busca el proyecto de presupuesto no es costo-efectivo”, comenta Cahn. “Está muy estudiado y probado que cuanto más promovamos la prueba de VIH, cuanto más generemos acceso temprano al tratamiento, cuanto mejor estudiada tengamos la carga viral de las personas con VIH, vamos a poder lograr bajar la cantidad de nuevos casos, porque indetectable es igual a intransmisible. Si a eso le sumamos la estrategia también probada de profilaxis preexposición y, por supuesto, la promoción de la prueba, el sistema en general va a gastar muchísimo menos dinero”.
“Por lo tanto, esperamos que en la Cámara de Diputados se pueda discutir y problematizar esta situación como para poder acceder a un presupuesto que realmente refleje las necesidades de la respuesta al VIH y las infecciones de transmisión sexual en la Argentina”, finalizó el director ejecutivo de Fundación Huésped.