El dato surge del relevamiento “Santa Fe Sin Hambre”, que también encontró que dos de cada tres menores de 18 años no tiene asegurado dos comidas fuertes diarias. El dato se agrava en adultos, donde sólo uno de cada cinco almuerza y cena todos los días. El informe completo fue presentado hoy en la sede de la UCSF.

En instalaciones de la Universidad Católica de Santa Fe se dieron a conocer este lunes los resultados del relevamiento realizado por la “Campaña Santa Fe Sin Hambre”. El objetivo fue la generación de un diagnóstico sobre la situación de los comedores y merenderos populares de la ciudad de Santa Fe, que aporte a la construcción del diseño de políticas públicas integrales y valorice su existencia para la contención de la emergencia social.

El relevamiento se realizó en tres instancias: comedores/merenderos, trabajadoras/es y beneficiarias/os. En este primer informe se brindan resultados preliminares del relevamiento a beneficiarias/os que fue llevado a cabo durante los meses de septiembre a diciembre de 2024.

Entre los datos más relevantes del informe se destaca que el 80% de beneficiarias/os cuentan con una inseguridad alimentaria moderada-grave. Se considera inseguridad alimentaria cuando un hogar ve disminuida su capacidad de acceso físico, social y económico a alimentos suficientes, inocuos y nutritivos que satisfacen sus necesidades energéticas diarias y preferencias alimentarias para llevar una vida activa y sana.

En relación a menores de 18 años, dos de cada tres no almuerza y/o no cena todos los días. Es decir que no tiene asegurado las dos comidas fuertes diarias. El dato se agrava en adultos, donde sólo uno de cada cinco almuerza y cena todos los días.

Para el estudio se consideraron las 28.922 raciones que entregan comedores y merenderos de la ciudad de Santa Fe, según relevó la Municipalidad para llevar a cabo el Fondo de Asistencia Alimentaria sancionado a principio del 2024.

De allí se tomó una muestra representativa tanto en cantidad como territorialmente, donde se tuvo en cuenta la posible duplicidad de datos (personas que asisten en más de un espacio). Así se relevaron 1164 comensales que asisten a 17 comedores de distintos barrios de la ciudad, entre ellos: Villa del Parque, Pompeya, Los Troncos Santa Rosa, 12 de octubre, El Pozo, El Transito, Sana Marta, San Agustín, San Lorenzo, Cabaña Leiva, Guadalupe, Santo Domingo, entre otros.

La importancia de los comedores

Algunos de los datos obtenidos rescatan también la vital importancia de los comedores y merenderos comunitarios: sólo uno de cada cuatro beneficiarixs podrían garantizarse su ración de comida si cierra el espacio.

Por otro lado, uno de cada tres beneficiarios comenzó a asistir al comedor durante el 2024. Esto pone de relieve problemáticas agravadas en el último período, tales como el aumento de la desocupación, el deterioro de los salarios y el aumento de la desigualdad.

Además, dos de cada tres personas relevadas comen más de una vez a la semana en algún comedor o merendero.

Enfermedades y condiciones relacionadas con la alimentación

El informe también da cuenta de que se relevó la presencia de diabetes, hipertensión y celiaquía en los grupos familiares que asisten a comedores y merenderos.

Los resultados muestran que casi en el 60% de los grupos familiares presenta algún tipo de enfermedad o condición que requiere un tipo de dieta particular.

En una de cada tres familias hay al menos una persona que presenta diabetes.

En el 78% de los casos, las personas con celiaquía, diabetes o hipertensión comen en los espacios, aunque este no atiende a una dieta adecuada para su condición.

El rol de las mujeres en los comedores

El informe confirmó un dato que a simple vista puede verse recorriendo los comedores y merenderos de la ciudad: 75% de quienes buscan la ración de comida son mujeres. Lo que pone en relieve quiénes se encargan de las tareas de cuidado.

Si bien el 27% de las mujeres expresa que trabaja, solo el 3% es trabajo registrado. El 16% de las mujeres percibe un plan social con contraprestación.

Sobre Santa Fe Sin Hambre

La Campaña tuvo la participación y acompañamiento de más de 40 organizaciones sociales, religiosas, educativas, gremiales y políticas, que promueven, un debate en la sociedad y apelan a una profunda reflexión en las autoridades políticas.

Toda esta labor solidaria y de enorme compromiso social pudo sostenerse con la participación de 50 voluntarias/os que durante más de 4 meses recorrieron la ciudad, abrazando estos espacios comunitarios, practicando la encuentro con vecinas/os de la ciudad y, fundamentalmente, aportando a reconstruir el tejido social dañado en tiempos de promoción del individualismo y “sálvese quien pueda” desde las más altas esferas del poder.