El gasto en transferencias totales a provincias real por habitante acumulado a noviembre de 2024 es el menor gasto de los últimos 32 años. Así lo reportó el Instituto Argentino de Análisis Fiscal. Sin mayor queja de la mayoría de los gobernadores, el envío de dinero de la Nación a las provincias es el rubro que más se ajustó en la era Milei.
La motosierra a la distribución federal de los recursos es el signo de la gestión Milei. De acuerdo a los datos del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), en 2024 se registró el menor envío de dinero de la Nación a las provincias en 32 años. Es el rubro que más se ajustó en la ejecución del presupuesto de la Nación, si bien la caída en el gasto en jubilaciones explica el mayor monto achurado en aras del superávit fiscal.
En lo que va del año, los tres gastos que más cayeron fueron: transferencias de capital a provincias (-96,7%), inversión real directa (-71%) y transferencias corrientes a provincias (-67,8%). En el marco de un apoyo bastante general de los gobernadores –que pusieron votos en el Congreso, se hicieron la foto en el Pacto de Mayo y cerraron la boca ante el recorte–, el gobierno central hizo la menor inversión en las provincias desde 1992.
Para poner en comparación, los subsidios al transporte cayeron -32,4%, las transferencias a universidades un -27,1% y los subsidios a la energía un -5,4%. Dicho en otros términos: el gobierno está fijando a pura intervención el precio del dólar, de las tarifas y de los salarios y, para ello, sostiene el superávit recortando a los viejos y las provincias. Los viejos al menos protestan.
Para hacer esa medición, el IARAF calculó cuánto dinero envió la Nación a las provincias a valores de 2024, considerando cada tipo de gasto en términos per cápita (contemplando las variaciones en la población). El resultado es que el gasto en transferencias totales a provincias real por habitante a noviembre de 2024 fue de $37.700 por habitante. Es el menor en 32 años. El nivel más alto de la serie se registró en 2010, con un gasto de $293.000 por habitante. El promedio del período 1993-2023 fue de $175.000 por habitante. "En comparación con el valor máximo de la serie, el nivel de 2024 implica una baja del 87%, y en relación al promedio del período, equivale a un descenso del 78%".
Cabe destacar que, después del 2010, los años con mayores transferencias corrientes y de capital a las provincias fueron 2009, 2011, 2006, 2015 y 2014. Todos corresponden a gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner. A la inversa, dos de los peores años para el federalismo, aparte de este 2024, fueron 2018 y 2019, años de macrismo, que registraron las menores transferencias desde el post-2001.
El superávit fiscal lo está pagando la caída de ingresos de los jubilados y el hachazo presupuestario de las provincias. La recesión se expresa en cifras: cayó como un piano el gasto y también cayó la recaudación. El gasto primario descendió un 28,5% real interanual y los ingresos totales cayeron un 6,6% real interanual.