Un usuario recopiló más de 5 millones de videos cortos sin edición -muchos de ellos subidos automáticamente a Youtube a través de una opción que incluía iPhone entre 2009 y 2012- y los juntó a todos en una web donde podes verlos en orden aleatorio.
Entre 2009 y 2012, los iPhone tenían una opción en la aplicación de Fotos que permitía subir videos automáticamente a Youtube. "Enviar a YouTube", rezaba, sencillamente. Los videos se compartían manteniendo un título asignado por default; generalmente era "IMG_XXXX", reemplazando las X por números.
En términos cuantitativos, la herramienta de iPhone que facilitaba la subida de videos caseros a la web funcionó más que bien; de hecho, Youtube reportó un incremento del 1700% en la cantidad de videos compartidos durante el primer semestre de 2009. La opción estuvo disponible hasta 2012.
Todos esos videos caseros -recortes sin edición de las vidas de personas que, incluso, solían subirlos por error- hoy siguen en Youtube. Utilizando un bot, el estadounidense Riley Walz recopiló 5 millones de ellos y los juntó a todos en una página web donde se pueden mirar en orden aleatorio.
i found millions of YouTube videos that have default camera names as titles (like IMG_0276) and made it into a website where you can watch random ones.
unedited, pure moments from random lives https://t.co/zdYQmkz0qk pic.twitter.com/T6zuED8y7N
— Riley Walz (@rtwlz) November 18, 2024
El resultado es un fascinante y efímero acercamiento al pasado y a las vidas cotidianas de un sinfín de personas extrañas. Lo impersonal de sus títulos vuelven a estos videos prácticamente irrastreables; de hecho, probablemente la mayoría de quienes los subieron ni siquiera saben que están en Youtube, o no saben cómo encontrarlos.
"En aquella época sacabas la cámara y la gente actuaba muy auténticamente", explicó Walz en una entrevista. "No les preocupaba que el video terminara en Internet y lo fueran a ver miles de personas, así que no actuaban diferente; hoy, cuando sacás una cámara y le apuntás a la gente, podría estar haciendo que miles de personas los miren instantáneamente".
Este proyecto es uno de los tantos delirios de Walz, cibernauta empedernido que explora a través de herramientas digitales las enormes potencialidades de Internet. Desde un teléfono atado a un poste en una esquina que capta y comparte en tiempo real la música que se escucha en las calles de San Francisco, pasando por un candidato falso al Congreso que Twitter verificó como si fuera real, hasta un generador aleatorio de rutas para correr, caminar o andar en bicicleta sin rumbo fijo, los proyectos de Walz siempre destacan por su originalidad.