Frente a las declaraciones fascistas del presidente Javier Milei y sus funcionarios y la erradicación de las políticas de género, el colectivo LGBTIQ+ se movilizará en todo el país el próximo sábado. En nuestra ciudad la cita es a las 18 en la Plaza Pueyrredón.

Frente a las declaraciones fascistas del presidente Javier Milei y sus funcionarios y a la erradicación de las políticas de género, el colectivo LGBTIQ+ se movilizará en todo el país el próximo sábado 1 de febrero en el marco de la Marcha Federal Antifascista. En Santa Fe, la cita es a las 18 en la Plaza Pueyrredón.

"Ante las declaraciones fascistas que atacan nuestras identidades, que buscan incriminarnos y estigmatizarnos, nos organizamos para defendernos y resistir", indican desde la organización de la movilización, que busca convocar masivamente a la sociedad en defensa de los derechos de un colectivo que hoy se ha convertido en el blanco predilecto del gobierno, empezando por el propio presidente.

En las últimas semanas, Milei asoció a las parejas homosexuales con la pedofilia y el abuso infantil -a pesar de que la inmensísima mayoría de los abusos se producen en el seno de familias heterosexuales-, y cuestionó la figura jurídica del femicidio, que el gobierno buscará derogar junto con otras políticas como las leyes de Identidad de Género y de Paridad, el cupo laboral trans y el DNI no binario.

Otros funcionarios como el ministro de Justicia Mariano Cúneo Libarona y el vocero presidencial Manuel Adorni ratificaron la intención del gobierno de eliminar la figura de femicidio del Código Penal, por considerar que implica un "trato desigual ante la ley". "Se acabó la joda del género", manifestó Cúneo Libarona. Las mujeres y disidencias sexuales ya lo saben: el año pasado, sólo el 12% de las víctimas de femicidio había realizado una denuncia, la cifra más baja registrada en los últimos cinco años, que expresa la desprotección que sienten por parte del Estado, y que ahora se profundizará aun más.

"Los discursos de odio tienen efectos en nuestras vidas"

Romina Fernández, integrante de Resistencia Torta, una de las organizaciones que convoca a la marcha, afirmó su intención de que la misma sea "multisectorial" y "lo más representativa posible", "una concentración potente que convoque a todos los sectores de la sociedad santafesina": "Tenemos que darnos estrategias colectivas tanto en Santa Fe como en la articulación con las distintas asambleas que se formen a nivel nacional, para poder determinar y consensuar las acciones colectivamente".

"La preocupación más urgente tiene que ver con las modificaciones o eliminaciones de marcos normativos como las leyes de cupo femenino, de cupo laboral trans, de violencia de género, el agravante de femicidio en el tipo penal del homicidio; estamos hablando de un marco jurídico que garantizaba y le daba una legitimidad formal al reconocimiento y la protección de los derechos de los colectivos de género y de diversidad", señaló, y manifestó su preocupación por la "profundización de las políticas de odio", que se traducirá en un recorte de derechos para el colectivo.

En el mismo sentido se expresó Leandro Wolkovicz, de la Mesa del Orgullo Santa Fe, que resaltó la reacción "contundente, coordinada, inmediata y espontánea de repudio a las declaraciones de Milei" de parte de las organizaciones: "Ya veníamos alerta, pero fue peor de lo que imaginábamos, porque creo que nadie imaginaba que que el presidente nos iba a comparar como hace 40 años con los pedófilos o con los enfermos mentales. Se cruzó un límite que que no se esperaba que se cruce y eso generó una reacción, no solo en el colectivo, sino en toda la comunidad".

Para Wolkovicz, en oposición a la idea de que la sociedad se ha girado hacia la ultraderecha, "la población argentina se sigue manifestando en defensa" de los derechos de las diversidades sexuales, gracias a "la acción de los movimientos sociales que se generaron con las leyes de Matrimonio Igualitario y de Identidad de Género, con la oleada feminista, el Ni Una Menos o el aborto", que "generaron un cambio cultural que no se revierte por una victoria electoral": "Ese cambio cultural sigue vigente, pero hay que sostenerlo en la calle".

"Sabemos que los gobiernos fascistas necesitan elegir un enemigo que justifique depositar toda la bronca en un chivo expiatorio", continuó Wolkovicz, que consideró que esta "espiral de odio" se traduce en "acciones concretas como el cierre del INADI y de todas las áreas de gobierno que se dedicaban a implementar políticas de género" y, además, "legitima e impulsa la violencia contra el colectivo": "Esos discursos tienen efectos en nuestras vidas, en nuestros cuerpos". "Hoy nuestros reclamos tienen manifestaciones concretas: la falta de acceso a tratamientos hormonales para personas que están en transición o personas trans, los recortes en los tratamientos para las personas con VIH; estamos hablando de medidas que ponen en riesgo la vida de nuestro colectivo", concluyó.

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