ANUARIO 2024 | De la mano de Franco Colapinto, Argentina reavivó su interés por la máxima categoría del automovilismo.

Franco Colapinto fue el deportista argentino que estalló en la Fórmula 1 y provocó un interés extraordinario por la máxima categoría del automovilismo. Desde principios de los años ochenta, con Carlos Reutemann como protagonista, millones de argentinos no se despertaban tan temprano un domingo para ver una carrera.

El oriundo de Pilar (BA) irrumpió en la F1 a fines de agosto, cuando Williams anunció que su piloto de pruebas iba a reemplazar al norteamericano Logan Sargeant. El argentino corría en la F2 y asomaba como una gran promesa, hasta que llegó la enorme oportunidad en la carrera de Monza, el 1 de septiembre.

Si Colapinto no chocaba el auto y lograba terminar la carrera iba a ser un éxito enorme. El pibe clasificó en el puesto 18 y terminó la competencia en el 12° lugar. A partir de ese momento el furor por el piloto argento fue total. El pibe se ganó al público con su carisma y demostró que tiene pasta para estar sentado en una butaca de F1.

En su segunda carrera terminó octavo, y de esa manera logró sumar puntos. Mientras tanto su imagen crecía de forma meteórica y en Argentina sacaban pasajes para verlo correr en San Pablo.

Sus resultados fueron de más a menos, pero sus condiciones deportivas quedaron reflejadas en el interés de varias escuderías para su futuro. Hasta el cierre de esta edición no tenía una butaca para el 2025, pero por lo que hizo en 2024 ya tiene un lugar en la historia del deporte argentino.