Las cifras del Indec marcan que, durante el gobierno de Milei, los salarios crecieron entre el 131% y el 219% y la inflación un 173%, a diciembre de 2024. Sin embargo, hay ciertos consumos, inevitables y muy pesados, como la luz, el alquiler o el bondi, que subieron mucho más y te hicieron perder entre 10% y el 30% del poder adquisitivo.
Hay pagos que salen por débito automático al principio del mes y el resto se ajusta. La luz, el gas, el agua, el alquiler, internet y la telefonía. Hay pagos que son inevitables a lo largo del mes, como el transporte público. Para todo lo demás existe la degradación de la vida: dejar de salir a comer afuera, comprar quesos que saben a papa, usar medias con agujeros.
Las estadísticas permiten observar la realidad más allá de la intuición individual simple, pero a veces el concepto sin intuición es algo vacío. Todos los meses el Indec publica sus datos sobre el índice de precios al consumidor (la “inflación”) y la variación de salarios (privado registrado, público y no registrado). Una mirada al detalle de estas cifras permite explicar por qué estadísticamente y en los números el salario parece empatar y superar a la inflación, pese a que la realidad de tu bolsillo sea totalmente otra.
Según el Indec, durante los primeros 13 meses de la gestión de Javier Milei los salarios privados registrados subieron el 175% y la inflación 173%. Los salarios públicos, castigadísimos por la motosierra, subieron un 131%. Los no registrados se incrementaron un 219%. Hasta aquí, se supone que los únicos que perdieron –y feo– son los empleados públicos. Los privados habrían empatado y los trabajadores no registrados estarían ganando por goleada.
Esto sería así de no ser porque tenés que pagar tarifas, transporte, celular y, en el caso del 31% de la población, un alquiler. Y estamos suponiendo que toda la población está sana y no compra medicamentos.
El peso de los costos fijos
Los principales indicadores oficiales de consumo marcan caídas verticales e históricas en las ventas al mercado interno de leche, carne vacuna y yerba. Nadie dejaría de comprar comida si no es porque le falta plata. ¿Qué es lo que pasa? Que primero hay que pagar los costos fijos.
El peso de los costos fijos se multiplicó durante los primeros 13 meses del gobierno de Milei. Según el Indec, el costo de “Electricidad, gas y otros combustibles” se incrementó 435%, el del transporte público un 358%, el alquiler saltó un 307% y los “Servicios de telefonía e internet” se incrementaron 239%.
Esos costos inevitables volaron por encima de la inflación que hubo en ese lapso, que fue de 173%. El impacto de pagar esos costos fijos saltó y, entonces, el resto que queda para lo demás es mucho menor. Por eso sentís correctamente que no te alcanza la plata.
Cabe recordar que es el gobierno nacional el que recortó los subsidios a la luz y el gas, provocando tarifazos, el que derogó la Ley de Alquileres, disparando incrementos, y el que desreguló los servicios de telefonía e internet. Puntualmente, serruchó a cero los subsidios del transporte público en el interior, generando un alza en ese costo que no se refleja del todo en estas cifras, que corresponden al Gran Buenos Aires.
En el caso de los trabajadores privados registrados, la capacidad de pago de las tarifas de luz y gas se derrumbó en febrero y a diciembre tiene una caída de -48%. Literalmente, quiere decir que pagar las tarifas exige el doble de esfuerzo que en 2023.
Para el transporte público, la pérdida de capacidad de pago actual es de casi -40%. En los alquileres, la pérdida de capacidad de pago es de -32%. En lo que refiere a la telefonía e internet, la pérdida de capacidad de pago de los trabajadores privados registrados es de -19%
En los trabajadores públicos, a diciembre de 2024 y tomando como base noviembre de 2023, las pérdidas son catastróficas: casi -57% en las tarifas de luz y gas, casi -50% en el transporte público (¡pagar la luz y viajar requiere el doble de esfuerzo que en 2023!), -43% en los alquileres y casi el -32% en internet y telefonía.
Para los trabajadores no registrados, las pérdidas de poder adquisitivo en los costos fijos son menores, pero sus salarios son mucho más bajos desde un principio: -40% en las tarifas, -30% en el transporte, -21% en alquileres y -6% en internet y celular.
En tu bolsillo se siente así
Según el Indec, para armar la cifra de la inflación (el IPC), el gasto en "Electricidad, gas y otros combustibles" representa el 2,5% de los gastos totales de una persona. El "Transporte público" representa el 4%. Los "Servicios de telefonía e internet" un 2,7%. Para los gastos de "Alquiler de la vivienda y gastos conexos", el Indec asigna el 5,8% de la ponderación pues ha de considerarse que no existe una inflación para inquilinos y para no inquilinos.
Si se le asigna un valor más real al alquiler, como el 30% de los ingresos, a partir de creer en estos ponderadores (es decir, que apenas gastabas el 2,5% de tu salario en la luz y el gas, el 4% en el transporte y el 2,7%), en noviembre de 2023 destinabas el 39,2% de tus ingresos a tus costos fijos. El resultado 13 meses después es que tus costos fijos aumentaron entre 10 y 30 puntos porcentuales
En el caso de los salarios privados registrados, el alquiler como costo principal pasó de representar el 30% al 44% de salario. Las tarifas casi duplicaron su peso (siguiendo la ponderación de Indec, representan hoy casi el 5%. Si tu punto de partida era mayor, calculá que pesa el doble). En total, los costos fijos pasaron de ocupar el 39,2% al 59,2% del salario privado. Le comieron 20% de que usaban para la ropa, el cine, el porrón.
En el caso de los salarios públicos, el azote es descomunal. Es muy poco probable que un empleado público pueda sostener mucho tiempo más un alquiler. Lo que era 30% estimado a noviembre de 2023 pasó a ser 52,9% en diciembre de 2024.
En total, los salarios públicos están gastando hoy en sus costos fijos un 70,6% de los ingresos. No hay manera de que siga comiendo un empleado público si le aumenta un gasto imprevisto fuerte (se le rompe el auto o la heladera, tiene que pagar un tratamiento caro). A los empleados públicos las desregulaciones y tarifazos le comieron el 31% del salario.
Los salarios no registrados registran el menor impacto. Los costos fijos representan hoy el 51,1% de los ingresos de los no registrados. Claro que el punto de partida no es el mismo: los salarios no registrados son mucho más bajos que los registrados, desde un principio.