Skay Beilinson y Los Fakires llegan a Santa Fe el 15 de marzo para un show en HUB. El guitarrista, pilar de Los Redondos y referente del rock argentino, sigue girando con su carrera solista. Una noche de mística ricotera, distorsión y comunión musical imperdible.
El sábado 15 de marzo un pedazo de Santa Fe va a temblar y no, no es metáfora ni exageración: Skay Beilinson va a aterrizar en HUB para celebrar uno de esos rituales en los que la música se convierte en comunión. La cita es a las 21 hs en el recinto de 25 de Mayo 3428, y las entradas ya están a la venta por Ticketway.
El Flaco, el ex guitarrista de Los Redondos, el arquitecto de algunos de los riffs más inolvidables de la música argentina, sigue calentando los escenarios del país con una carrera solista que no baja un cambio desde hace más de dos décadas. Con ocho discos en la mochila y un presente que lo encuentra afilado (como siempre), Skay es una de las pocas joyas patricias que todavía anda contagiando (voluntaria e involuntariamente) la devoción por Patricio Rey.
El regreso de Skay a Santa Fe es una convocatoria imposible de ignorar para la hinchada ricotera sí, pero también por sí mismo, teniendo en cuenta que su historia con la música es tan larga como fascinante. Nació en La Plata el 15 de enero de 1952 como Eduardo Federico Beilinson y, antes de formar Los Redondos en 1976, ya había absorbido influencias de todo el mundo en sus viajes por Europa junto a su hermano Guillermo. La artista plástica Marta Minujín fue quien le puso el apodo Skay, creyendo ver en sus ojos el color del cielo. Ya para cuando el grupo irrumpió en la escena con su mística, su lírica encriptada y su independencia total, Skay era un guitarrista con un sello inconfundible, dueño de un sonido que oscilaba entre el blues, el hard rock y las escalas orientales que le salían de forma natural.

Cuando en 2001 la banda llegó a su final abrupto, Skay decidió no quedarse estancado. Lejos de los estadios repletos y del halo de misterio que envolvía a Los Redondos, puso primera a una etapa solista en la que se dejó ver más de cerca, tocando en lugares más chicos y manteniendo una relación más directa con sus devotos. A lo largo de estos años, ha demostrado que su inspiración sigue intacta, lanzando discos que fue sondeando nuevas atmósferas pero que, es imposible no imaginarlo, también nos disparan a imaginar cómo sonarían más o menos Los Redondos hoy, puesto que él era el encargado de musicalizar las letras de Indio.
Acompañado por Los Fakires, una banda que funciona como un engranaje perfectamente aceitado, el Flaco va de la épica a la introspección con la misma naturalidad con la que despliega sus escalas de aires orientales. En vivo, el combo es imbatible: hay lugar para los clásicos de su etapa solista, pero también para esas canciones que llevan la firma inconfundible de su guitarra desde los años dorados de Los Redondos.
El regreso de Skay Beilinson a Santa Fe es una fiesta asegurada. El ritual consta de una liturgia tan modesta como efectiva: distorsión, poesía y miles de voces coreando como en una misa pagana. Para la hinchada ricotera santafesina, la noche del 15 no va a ser una fecha más en el almanaque: será una doppler para escuchar en primera persona el latido del corazón de Patricio Rey.
El regreso de Skay a Santa Fe promete, a priori, un misterio y, a posteriori, ser una noche especial. No se lo pueden perder.