Mazazo a los sectores populares en una caída histórica del trabajo registrado

En diciembre de 2024 cayeron de golpe 406 mil personas que pagaban el monotributo social. Es una masacre nunca vista del mercado laboral, ni siquiera en la pandemia, y en el sector más vulnerable. Las cifras en el resto de los empleos registrados más propios de las clases populares también son desalentadoras.

Una caída nunca vista del trabajo registrado tuvo lugar en diciembre de 2024, por la pérdida de más de 406 mil personas que pagaban el monotributo social. Entre el punto de inicio y el punto más bajo de la pandemia de coronavirus, se destruyeron 400 mil puestos de trabajo registrado. A esto se suma un crecimiento casi vegetativo del monotributo común y una caída vertical del empleo registrado en casas particulares y en la construcción. Estas son las fuentes de empleo registrado más rápidas y directas para las clases populares.

La suspensión de cooperativas de trabajo en diciembre de 2024 y los cambios en el monotributo social (los perceptores de programas sociales pasaron a pagar parte del costo de la obra social) resultaron en esta anomalía.

El gobierno nacional presentó estas bajas como un proceso de "transparencia" del Ministerio de Capital Humano. Lo cierto es que significó el desguace de miles de cooperativas que cumplían tareas comunitarias que iban del saneamiento barrial a los cuidados de personas. La caída de los monotributistas sociales no fue recuperada prácticamente por ningún otro sector: en total, la merma en diciembre fue de 384 mil personas con trabajo registrado. 

Semejante cantidad de bajas en el monotributo social comieron el primer paso para la regularización laboral de cientos de miles de personas. Es una retracción que destruyó todas las altas de los gobiernos de Alberto Fernández y Mauricio Macri, dejando la cantidad de monotributistas sociales en niveles de 2013, pero no porque avanzaron en el mercado laboral, sino porque fueron expulsados.

En la comparación interanual, medio millón de personas perdieron su trabajo registrado. Es una cifra monumental, un agujero irrecuperable para las cajas previsionales (eso significa tener trabajo registrado en Anses: hacer aportes para que se paguen las jubilaciones) que no tiene siquiera comparación con la peor crisis de la historia del capitalismo industrial, el coronavirus.

Los sectores más precarios ni siquiera están pagando el monotributo común. En 13 meses  de Milei hubo un alza de apenas de 37 mil personas. Es una tasa menor a la de Macri y muchísimo menor que la de Alberto Fernández, cuando el monotributismo volaba.

Continuando con los empleos de mayor impacto en las clases populares, también resalta la caída en el trabajo registrado en casas particulares. Si bien la pandemia fue un golpe que no se pudo revertir en uno de los empleos más feminizados, con la gestión libertaria hubo una caída a niveles de hace 10 años.

Un situación aún peor vive la construcción, también de fuerte impacto en las clases populares, pero del lado de los varones. El trabajo registrado de la construcción vive su peor declinación, sólo comparable con la pandemia. El parate de la obra pública sí destruye empleo: con Milei la cantidad de albañiles registrados cayó 17%. Quintuplica a Mauricio Macri en el ritmo de destrucción en este sector.

 

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