El gobierno nacional busca desalojar al medio cooperativo El Grito del Sur del Espacio para la Memoria Virrey Cevallos, en CABA, donde funciona su redacción hace ocho años.
En un nuevo ataque a la libertad de expresión, el gobierno de Javier Milei busca desalojar al medio cooperativo El Grito del Sur del Espacio para la Memoria y Ex Centro Clandestino de Detención Virrey Cevallos, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, donde funciona su redacción hace ocho años.
Desde El Grito del Sur detallaron que esto se produce a pesar de que "la Ley 26.691 de Sitios de Memoria prevé la promoción y difusión de actividades educativas, de investigación y difusión relacionadas con los Derechos Humanos y su vinculación con los territorios", y denunciaron que "la administración libertaria envía mensajes en tono amenazante a nuestros editores para que abandonemos el espacio, para así vaciarlo de participación y poder cerrarlo más fácilmente".
"Ni dóciles ni cómplices, guardianes de nuestra memoria", enfatizaron desde el medio, y afirmaron seguir "convencidos de resistir y defender todas las conquistas en materia de Derechos Humanos en nuestro país".
En la misma sintonía se expresó la Red de Medios Digitales, que nuclea a los medios digitales autogestivos de Argentina, al considerar que "este intento de desalojo es un ataque a todos los medios cooperativos": "Con el gobierno de Javier Milei, nuestro país vive un ataque histórico a la libertad de prensa y, sobre todo, a la producción cultural argentina. El intento de desalojar a El Grito del Sur —medio fundador de nuestra Red y símbolo de resistencia en el Ex Centro Clandestino de Detención Virrey Cevallos— no es un hecho aislado: es parte de una política de persecución contra los medios que no se someten al relato oficial".
"El ataque a los medios independientes es sistemático, opera a través del desfinanciamiento absoluto a los medios autogestivos que no dependemos de las grandes corporaciones o monopolios, que tenemos arraigo en nuestras comunidades y que narramos día a día la vida de nuestros vecinos dentro o fuera de la agenda coyuntural", continuó el comunicado de la Red.
"También se lleva adelante a través de la agresión física al ejercicio periodístico, mediante la represión, llegando a límites poco conocidos en la línea temporal de nuestro país", añadió el texto, que destacó también el ataque "discursivo" a través de "la denostación desde la figura presidencial y los trolls pagos del gobierno nacional".
"El impacto del ajuste salarial y el desmantelamiento de políticas públicas, en medio de una depresión económica que golpea especialmente la vida de los trabajadores y las trabajadoras en general, profundiza la precarización del periodismo: un sector que ya arrastra más de una década de degradación, que se continúa acelerándose", concluyó la Red.