La salud mental bajo el filo de la motosierra

Salud mental

El gobierno nacional anunció recortes en las Residencias Interdisciplinarias en Salud Mental y busca terminar con el paradigma basado en derechos humanos. Dialogamos con las residentes Estefanía Liz Kerz y Milagros Porporato.

En un nuevo ataque a la salud pública, el gobierno de Javier Milei anunció recortes a las Residencias Interdisciplinarias en Salud Mental (RISaM- RISaMC). La Dirección Nacional de Calidad y Desarrollo del Talento en Salud, dependiente del Ministerio de Salud de la Nación, informó que para el ciclo de ingreso a Residencias 2025 las provincias no podrán optar por financiamiento nacional, y las que son de financiamiento exclusivamente nacional serán cerradas.

Las RISaM/RISaMC son residencias de formación de posgrado en servicio de carácter interdisciplinario que nuclean a profesionales de distintas disciplinas (médicxs, psicólogxs, trabajadorxs sociales, enfermerxs, terapistas ocupacionales, psicopedagogxs y musicoterapeutas) y se desarrollan en efectores de la red de salud pública de todo el país.

La medida implica un retroceso en materia de formación para lxs profesionales de la salud mental, e incumple los lineamientos de la Ley Nacional de Salud Mental N° 26.657, que reconoce a la salud mental como un "proceso determinado por componentes históricos, socioeconómicos, culturales, biológicos y psicológicos" y promueve que la atención de lxs usuarixs con padecimientos subjetivos esté a cargo de equipos interdisciplinarios.

La medida es la continuidad de una serie de retrocesos en materia de derechos conquistados, desde el intento de modificación de la Ley Nacional de Salud Mental a través de la Ley Ómnibus hasta la intención de cerrar el Hospital Nacional Laura Bonaparte, institución de referencia en salud mental, pasando por el despido masivo de trabajadores de la salud y el recorte en medicamentos y prestaciones.

"Adentro de la salud pública no sobra nadie"

En dialogo con Pausa, las residentes Estefanía Liz Kerz -psicóloga- y Milagros Porporato -terapeuta ocupacional- explicaron el alcance del recorte anunciado por el gobierno nacional y detallaron el proceso de resistencia que están llevando adelante lxs trabajadorxs de la salud.

—¿De qué se tratan las RISaM/RISaMC?

—Kerz: Las residencias interdisciplinarias en salud mental comunitaria son un programa formativo de posgrado que nuclea diferentes disciplinas -terapia ocupacional, trabajo social, musicoterapia, comunicación social, medicina, enfermería- y busca complementar los lineamientos de la Ley Nacional de Salud Mental, que propone abordajes interdisciplinarios para dar una respuesta integral y compleja a los padecimientos de salud mental. Son un dispositivo que aparece después de la vuelta de la democracia en función de ir hacia la desmanicomialización, entendiendo que el padecimiento subjetivo tiene que ver con lo social.

—¿Y qué busca hacer ahora el gobierno?

—Porporato: La propuesta del gobierno es desfinanciarlas y proponer residencias lineales, es decir, residencias disciplinares en psiquiatría, psicología y enfermería, fragmentando el proceso de atención de los usuarios de salud mental, y dejando de dar una respuesta compleja a la problemática. Nosotros entendemos la salud mental como condicionada no solo por componentes biológicos y psicológicos, sino también por los condicionantes sociales, económicos y políticos.

—Ustedes hablan mucho de complejizar la problemática. ¿Los argumentos del gobierno irían entonces hacia lo contrario, a simplificar una problemática que es compleja y entenderla de forma lineal?

—Porporato: Ni siquiera hubo tantos argumentos. Fue un mensaje diciendo que no se van a abrir cargos a nivel nacional, y que se va a pasar a pensar una residencia lineal. No hubo un argumento. Obviamente podemos leer que la intención es desarmar la Ley de Salud Mental.

—Kerz: Es una decisión que viene en línea con los recortes en la salud pública y particularmente en salud mental. Ya la Ley Ómnibus intentó desarticular la ley y pensar nuevamente a la salud mental desde una perspectiva manicomial, volviendo a darle al juez la potestad de autorizar las internaciones involuntarias y no al equipo profesional, buscando crear psiquiátricos y manicomios y recortar todo lo que tiene que ver con la perspectiva comunitaria de la salud mental. Este ataque se profundizó el año pasado cuando se intento cerrar el hospital de referencia nacional que es el Bonaparte, y que no se pudo. Tambien se despidieron 1400 trabajadores del Ministerio de Salud de la Nación. Este es otro paso, y entendemos que no es solamente un recorte presupuestario, sino también una lucha ideológica.

—Porporato: Tambien hay todo un trabajo que están haciendo los medios de comunicación instalando esta problemática desde el consumo y la delincuencia.

—Kerz: Claro, con una mirada no tanto desde la salud, sino más bien desde la peligrosidad y la culpabilidad. Se deja de considerar al otro en tanto sujeto con una problemática de salud mental que debe ser abordada por un equipo interdisciplinario. Dentro de la salud pública, las principales problemáticas actuales en el país son de salud mental, y son padecimientos que no son unicasuales: muchas veces los condicionantes tienen que ver con vulneraciones de derechos y vulnerabilidades sociales.

—¿Cuál es la respuesta de la comunidad frente a esto?

—Porporato: Esto es una formación en servicio. Nosotros tenemos días formativos, días académicos y días que trabajamos en servicios de salud mental. Cada año tiene diferentes rotaciones. Nosotros ahora estamos en un centro de salud, en segundo se rota en el SAMCO de Santo Tomé y en el Mira y López, y en tercero en distintos dispositivos de salud mental de Santa Fe o rotaciones externas. El martes estuvimos haciendo una jornada de paro y movilización en el SAMCO de Santo Tomé, y la verdad que estuvo re buena la respuesta. La comunidad que llega al hospital público es la que vive en carne propia estas políticas de crueldad, y hubo un acompañamiento y un entendimiento. Fue un espacio de escucha y conversación y todo el tiempo aparecía esta cuestión de que no pueden recortar en salud mental porque es lo que más necesitamos. Está la preocupación de qué va a pasar con esos dispositivos si se recorta la residencia.

—Kerz: Nosotros buscamos visibilizar la problemática a nivel nacional, más allá de las decisiones que tome despues cada provincia, porque entendemos que hay provincias que van a poder absorber los cargos que financia Nación, pero hay otras que no lo van a poder hacer. Buscamos apelar a la lucha en términos federales para no caer en la fragmentación, que es lo que busca el gobierno, que cada provincia asuma la responsabilidad total.

Salud mental

—Porporato: En el caso de las residencias de Santa Fe, nuestro financiamiento es parte de provincia y parte de Nación. Nación es la que da la estructura, sobre todo. Hoy tenemos la información de que Provincia absorbería esos cargos que recortaría Nación -uno de trabajo social y uno de terapia ocupacional-, pero perderíamos el de jefe de residentes, que es quien acompaña el trayecto formativo y se encarga de la gestión.

—Kerz: Ahora estamos armando una nota para solicitar una reunión con la Dirección de Residencias de Santa Fe y con la Subsecretaría de Salud Mental de la Provincia, para que nos puedan esclarecer la cuestión.

—Porporato: Claro, porque cambian las condiciones, y hay cosas que todavía no sabemos. ¿Cómo van a ser esos cargos? ¿Qué condiciones van a tener? ¿Cuánto van a cobrar? Es una avance que los tomen, pero nos adherimos igual al paro para romper con esta lógica del salvese quien pueda y que cada provincia haga lo que pueda. Desde ahí nos estamos encontrando, haciendo asambleas con todos los residentes del país.

—¿Cuántos cupos se perderían?

—Kerz: Hasta el momento se perdió el 60% de los cupos a nivel nacional. La disciplina más afectada fue trabajo social con un 75% de pérdida de cargos.

—Porporato: No es azaroso que las disciplinas que se recorten sean estas. Es una decisión política, porque son las que están más vinculadas al paradigma de derechos humanos. Es parte del desprestigio que vienen llevando a cabo desde que asumieron.

—Kerz: Todo esto es en detrimento de la atención de los usuarios. La salud pública viene bastante bastardeada. Los efectores de salud del primer nivel muchas veces no tenemos ni siquiera la medicación para las personas que tienen que recibir un tratamiento crónico, y eso se está viendo incluso con las vacunas. Por todo esto estamos juntando firmas. Hoy continuamos en estado de alerta en la provincia, hasta que tengamos estas reuniones y comunicaciones oficiales, y a nivel nacional también continuamos con movilizaciones y juntándonos con diferentes actores sociales. Ya estuvimos en contacto con el Consejo Consultor Honorario de la Ley Nacional de Salud Mental y con reuniones en la Comisión de Salud del Senado

—Porporato: También nos estamos reuniendo con colegios profesionales, universidades y con los aspirantes a los cargos, con la idea de darle visibilidad a todo lo que está pasando. Adentro de la salud pública no sobra nadie; podemos hacer un montón de preguntas, pero con todxs adentro.

—Más teniendo en cuenta que tiene la problemática de salud mental en este contexto.

—Kerz: Sí, en la experiencia propia de lo que uno vive y escucha en los consultorios, la situación económica está resintiendo muchísimo el nivel de malestar y de angustia. Ayer justo hablaba con una colaboradora que decía “yo mido el riesgo país a partir de lo que escucho dentro del consultorio”. Por eso entendemos que esto también es una lucha ideológica, y ahí también queremos hacer frente.

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