Dialogamos con Selena Grimalt, candidata del FIT Unidad para el Concejo Municipal. Sus principales preocupaciones: la vivienda, la precarización laboral y la desigualdad en el Gran Santa Fe.
En sus redes, Selena Grimalt se define como docente y feminista socialista. Es militante del PTS y se presenta como candidata a concejal en Santa Fe por el Frente de Izquierda y de Trabajadores Unidad. En línea con su espacio, está orgullosa de integrar “una lista conformada por trabajadores, por laburantes. Yo soy docente, por ejemplo. Otras compañeras son enfermeras, trabajadoras de salud, estudiantes de la universidad, de los terciarios, jubiladas”.
“En estas elecciones, tanto para el Concejo como en la Constituyente, el sector empresarial, inmobiliario, agropecuario, ya tienen sus representantes dentro de la Libertad Avanza, del Pro, de la UCR, del peronismo, y lo que realmente va a estar en juego es si va a estar la voz de la izquierda expresando todos estos reclamos y estas luchas que surgen desde abajo. Eso es a lo que queremos apostar”, continuó la candidata.
“La nuestra es una lista conformada por todos los sectores que venimos dando pelea durante este último tiempo frente al gobierno de Javier Milei y de Maximiliano Pullaro, que venimos saliendo a la calle, y somos una fuerza de gente que no se resigna y que no quiere saber nada con pensar que esto es lo único a lo que podemos aspirar. Pensamos que se puede pelear otra realidad diferente”, sentenció Grimalt.
—Y en lo que refiere específicamente a la ciudad, ¿eso cómo se traduce?
—Queremos poner en discusión varias cuestiones. La gente no tiene ni idea de qué es lo que se habla en el Concejo, no se están abordando cuestiones prioritarias. Estuvimos hablando mucho sobre el acceso a la vivienda y la obra pública. Somos muchísimos los trabajadores jóvenes, profesionales o estudiantes que alquilamos y que cada vez lo vemos más inaccesible. Se siguen construyendo edificios enormes que después terminan deshabitados, que se usan como lavado de dinero para las empresas inmobiliarias, e incluso ahora se están rematando los terrenos fiscales y se va a convertir todo en centros comerciales, shoppings o paseos, sin pensar en las necesidades habitacionales de quienes vivimos en la ciudad. Queremos proponer un plan de vivienda y de obras públicas que esté pensado en base a las necesidades y no en base a los negociados de los mismos de siempre.
—¿Cómo caracterizás vos al actual gobierno municipal?
—Yo creo que está bastante ausente. No hay mucha presencia ni tampoco una preocupación real por mejorar la ciudad o la calidad de vida de quienes vivimos o trabajamos acá. Otra de las cosas muy notables es el avance de la precarización laboral, tanto en la juventud como en personas adultas. Incluso en la Municipalidad la gran mayoría de las personas no están registradas. No hay una real preocupación por parte del gobierno municipal por el día a día de la población trabajadora de la ciudad.
—¿Cómo ves la evolución de la campaña que están haciendo?
—Venimos tratando de llegar a todos los sectores: docentes, laburantes, estatales, trabajadores de distintos ámbitos, también la juventud que a veces no se siente muy interpelada con la política. Queremos incentivar la participación. También estamos apelando mucho a las mujeres, porque somos otro de los sectores que estamos siendo atacados tanto por el gobierno nacional como por el provincial, y hemos sido motor de un montón de movilizaciones y cambios sociales. Queremos llegar a todos esos sectores que están cansados y que quieren otro tipo de política, y hemos tenido buena respuesta porque nos reconocen que la izquierda siempre está. Eso es lo que nos dicen todos los que nos conocen a nosotros como partido, o a Myriam Bregman, o a Nicolás del Caño. Siempre nos reconocen que estamos en todas las luchas, que no hemos salido de las calles ni un minuto, y que no dejamos nunca de dar las luchas en el Congreso.
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—Hubo siempre históricamente una crítica a la diáspora, la disgregación de la izquierda. ¿Cuál es tu respuesta respecto de esa crítica?
—Este año hemos logrado ir en unidad, me parece un logro muy importante. Acá, por lo menos, todos los partidos del Frente de Izquierda vamos en conjunto. Por ejemplo, nuestra candidata a constituyente es Carla Deiana, del Partido Obrero, por distrito único. Nuestra constituyente por el departamento La Capital es Fernanda Gutiérrez del MST. Hemos logrado construir una lista que está muy buena, porque las dos son compañeras docentes. Si bien tenemos diferencias, son muchísimas más las cosas que nos unen, tanto en las calles como en las luchas que damos en los sindicatos, o en los Centros de Estudiantes, y creo que este año lo hemos podido reflejar en una buena lista de unidad.
—Si tuvieses que resumir cinco propuestas una vez que llegás al Concejo, ¿cuáles son?
—Lo primero que nosotros llevamos a todos los lugares en donde logramos alguna representación es que todo legislador, todo diputado, todo concejal, cobre como un docente, de hecho nuestros compañeros lo hacen. No para nivelar para abajo, sino para visibilizar lo que está siendo el sueldo de un trabajador o una trabajadora y también cuestionar los privilegios de lo que realmente termina siendo una casta política, para que quienes ocupen estos cargos lo hagan por una vocación. Por otro lado, pensar un buen plan de obras públicas y vivienda para las necesidades de la población. Avanzar contra la precarización laboral, partiendo desde la que existe en el mismo Estado. También estamos planteando la emergencia contra la violencia de género, que es una situación que nos sigue atravesando, continuar la lucha por Ni una menos y darle el lugar que se merece. Y también cambiar las prioridades en cuanto a cómo se utiliza la plata, y poder destinar mucho más presupuesto a salud y a educación, que son sectores que están totalmente desabastecidos. Si bien la educación tiene que ver con más con el ámbito de lo provincial, también hay jardines municipales. Esas serían nuestras prioridades.
—¿Para vos cuál es el proyecto de la ciudad de Santa Fe? No el deseado, el real.
—Pienso que tienen que cambiar las prioridades y que tanto Santa Fe como toda la provincia y el país tiene que estar pensado para los y las trabajadores que somos los que movemos el país, que movemos el mundo. No puede ser que seamos siempre el último orejón del tarro. Desde muchos lugares se intenta dar mala fama a la izquierda, pero lo que intentamos es construir un un país en el cual que la prioridad seamos nosotros y nosotras, los laburantes, y no las ganancias de los mismos empresarios de siempre, que siempre se enriquecieron a costa de nuestras vidas.
—¿Qué pensás que expresó el electorado en las últimas elecciones de 2023?
—Cansancio, mucho cansancio, mucho descontento. Se expresó un individualismo que se fue gestando en la pandemia, cuando estábamos todos pasándola muy mal y las organizaciones como los sindicatos se retiraron completamente de las calles. En ese momento yo era reemplazante, la pasamos realmente muy mal, no cobramos nada, no podíamos trabajar. Lo mismo le pasó a empleados de comercio, a trabajadores precarizados, nos vimos frente a una situación muy terrible, nos vimos solos, y quienes deberían haber organizado la lucha que eran las centrales sindicales nos dejaron a nuestra suerte. Pienso que ahí se generó una conciencia de “sálvese quien pueda”, una desazón, un cansancio ante un gobierno peronista que había prometido un montón de cosas y que después en los hechos terminó siendo más de lo mismo. Pienso que mucha gente eligió a Javier Milei por cansancio, seguramente algunos acuerdan con su política, pero mucha gente lo eligió por cansancio, por probar algo nuevo o porque no la convencía lo anterior, y muchas de esas personas hoy en día están arrepentidas, quieren otra cosa o se dieron cuenta que no iba para ese lado. A ellos también queremos apelar: ya se probó por derecha, bueno, ahora probemos por izquierda.
—Recién hablaste de una casta, ahí hay un punto de coincidencia.
—Existe, sí, una casta política. Son quienes representan los intereses del empresariado. Las caras cambian, pero quienes están detrás de esas caras son siempre los mismos. Hay empresarios que están desde la época de la dictadura manejando los hilos de los políticos del radicalismo, el Pro y demás. Luis Caputo, Patricia Bullrich, ¿en cuántos gobiernos estuvo Bullrich? Pasan los gobiernos y ellos siguen queriendo imponer los mismos planes de siempre, y cobran millones y millones para ajustarnos.
—¿Para vos Santa Fe es una ciudad desigual?
—Sí, yo creo que sí. Hay mucha desigualdad. Yo trabajo en la Escuela 651, la Remedios de Escalada, que es bastante periférica, y se nota, se ve todos los días. También se ve recorriendo ahora en la campaña. Vemos que hay sectores en el norte y en el oeste totalmente postergados, y todo lo que se hace se realiza en el centro. También hay muchísima precarización laboral. Creo que todo el Gran Santa Fe es bastante desigual.