El trabajo de la muerte
La calle, por José Luis Pagés
“Encontré los cuentos. Está ese de la gallina y el del
bisonte también…”, dice, aunque sabe que Irma, lectora de...
El último picnic
Por José Luis Pagés
A Edgardo
Russo, in memoriam
El 29 de junio de 1966 los argentinos sufrimos la noche de
los bastones largos pero nosotros, que no...
Dos líneas
La calle, por José Luis Pagés
Aragón llegó a comisario, pero por algún inexplicable mal de
cuna de la noche a la mañana se pasó al...
Harina derramada
La calle, por José Luis Pagés
Hoy me rindo ante un plato de polenta con tuco, pero cuando
era pibe no comía otra cosa que una...
Los invisibles
La calle, por José Luis Pagés
“Aquí yace el hombre invisible”. Las yemas de los dedos de
un ciego leyeron en la piedra blanca el mensaje...
Otra orilla
La calle, por José Luis Pagés
“Por virgen que sea un comarca los hombres llegarán a
convertirla en teatro de la guerra”, decía Bierce. En octubre...
Los viejos
La calle, por José Luis Pagés
Ayer almorcé con mi vieja. El cocinero fui yo. La picada
previa incluyó algunas fetas de un salamín de San...
Miedo a la oscuridad
Al fin puedo dormir tranquilo. Gracias a la tradición positivista americana que ni ante el fantasma de Carterville retrocede entendí que las sirenas no...